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Todo lo que se sabe (y lo que no) sobre la rosácea

El acné no es solo un problema estético


Este punto cada vez está más claro, pero todavía sigo encontrándome padres (y madres) que le quitan importancia al problema de sus hijos, y se muestran reticentes a tratamientos que no sean “una cremita”, y que no tienen en cuenta el estrés que supone para un adolescente con acné este problema. Se ha demostrado en estudios científicos una mayor asociación con trastornos de ansiedad y depresión, incluso con ideas suicidas. La adolescencia es una época vital en el desarrollo de psicosocial, y la alteración de la imagen que produce el acné puede influir negativamente en este desarrollo. Pero no solo se dan estos problemas en adolescentes, el acné en la mujer adulta también afecta notablemente a la calidad de vida de quienes lo padecen.


Puedes tener cicatrices aunque no te toques los granos


Es cierto que hay más riesgo de dejar una cicatriz si se manipulan las lesiones de acné, pero se ha visto que puede existir una predisposición individual, ya que hay pacientes que, a pesar de no manipular sus lesiones, sufren una cicatriz cada vez que tienen un grano (y viceversa, hay gente que por más que se toca las lesiones no desarrolla cicatrices). La clave parece estar en determinadas proteínas (colagenasas, metaloproteinasas) que degradan el colágeno después de una inflamación, dejando las características marcas atróficas o “deprimidas”.


La píldora no siempre es buena para el acné


No hay una única “píldora”. Los anticonceptivos orales combinados (ACOs) tienen dos componentes, uno de ellos suele ser fijo (etinilestradiol) y el otro (denominado gestágeno) varía. Los gestágenos pueden ser proandrogénicos (es decir, con tendencia a elevar las hormonas masculinas: MALOS para el acné) o antiandrogénicos (disminuyen las hormonas masculinas y nos sirven para TRATAR el acné). Además, no es nada infrecuente ver casos de acné desencadenados tras la implantación del DIU hormonal, que también tiene efectos proandrogénicos.



El acné no tiene por qué desaparecer tras la adolescencia


Hay muchos casos de acnés, generalmente leves, que una vez las hormonas se regulan, se resuelven (habrá que ver si por el camino nos ha dejado cicatrices, por lo que, en mi opinión, aun sabiendo que algunos casos se resolverán por sí solos, siempre merece la pena intentar controlar de un modo u otro el acné). Pero en otras ocasiones el problema persiste pasados los 20, los 30, los 40…y más. Según el momento en que aparezca, los antecedentes personales o si se acompaña de otros síntomas merecerá la pena indagar para descartar otras patologías.



La dieta influye en el acné


¿Existe la dieta antiacné? Bueno, se podría decir que sí. Lo que pasa es que es la misma que la dieta antienvejecimiento, o antiobesidad, o antipsoriasis… es decir, una dieta SANA, rica en antioxidantes (frutas, verduras) y que evite grasas (especialmente grasas trans), azúcares, hidratos de carbono de absorción rápida (siempre recomiendo tomar pasta, pan, arroz….INTEGRAL) y alimentos ultraprocesados. ¿Y los lácteos? Aunque hay controversia los datos parecen apuntar que sí puede haber una relación entre el consumo de lácteos (especialmente, y al contrario de lo que uno pueda pensar, los DESNATADOS) y el desarrollo de acné. Todo lo que favorece la inflamación, empeorará el acné.

¿Esto quiere decir que si un día tomo pasta no integral, o bebo un vaso de leche desnatada, o me tomo una hamburguesa de comida rápida me va a salir un grano o voy a tener un brote? Claro que no. Pero el acné es algo que tratamos a lo largo de meses, y todo lo que podamos hacer como complemento al tratamiento médico, ayuda. 


Si tienes “granos” tienes acné…o no


Lo más frecuente es lo más frecuente, y lo más normal si tienes “granos” es que tengas acné. Pero, ¿por qué creo que es importante que te lo diga un dermatólogo? Porque hay otras enfermedades cutáneas - menos frecuentes, pero ahí están- que pueden parecer acné, y no lo son. Por tanto, si el diagnóstico no es correcto, el tratamiento tampoco lo será, pudiendo en algunos casos incluso empeorar. La rosácea, los angiofibromas, las verrugas planas, la dermatitis perioral, foliculitis… pueden parecerse, y solo un especialista puede tener estos diagnósticos en cuenta y evitar pasarlos por alto.

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Doctor Ramirez sonriente.